sábado, 12 de diciembre de 2009

CIERRE OLIMPIADAS UNIVERSITARIAS 2008

En el transcurso de éstos últimos cuatro días hemos celebrado cordialmente las Olimpiadas Interuniversitarias 2008. En éste relevante evento tuvimos la grata oportunidad de compartir sentimientos positivos todos los estudiantes universitarios formoseños, tanto los que estudian en nuestra amada provincia como aquellos que son embajadores de la juventud formoseña en otras provincias de ésta bendita Argentina, con una amplia convocatoria, en donde más de 60 equipos y más de 600 jóvenes universitarios y no universitarios de éste territorio han compartido sanamente su tiempo.


Es útil acentuar que el desarrollo de las Olimpiadas ha sido consecuente con el fin que hemos perseguido entre todos, ya que constantemente imperó el valor de la comunión estudiantil amalgamándonos como hermanos, originarios de Formosa. Así, intencionalmente descubrimos como formoseños, que una de nuestras virtudes y potencialidades se anida en nuestro espíritu fraternal, carácter matriz sustancial de la identidad del ser formoseño, que es evidentemente una gracia inalienable de nuestra comunidad. Vislumbramos acá una razón tangible por la cual fundamos la idea que la juventud en Formosa es basta oportunidad y plena realización, siendo así coherentemente la levadura moral de nuestro pueblo.


Éste sentido aspecto hoy y siempre nos hermana e identifica mas allá de la distancia que muchas veces nos separa físicamente. Pero queda demostrado acá, una vez más que el terruño nos integra en éste proceso de la vida. Pues sin percibirlo tal vez, hoy cerramos un capítulo más de un suceso organizado, orientado hacia un fin común y destinado para una causa digna; la fraternal. Esto, no es ni más ni menos que un simple modelaje de nuestras proyecciones profesionales arraigadas en un escenario de acción concreto, que hoy es ejemplo de desarrollo estratégico nacional. El modelo provincial que desde siempre nuestro Gobernador Gildo Insfrán nos propone, es absolutamente coincidente en el sentido de su acción con nuestro espíritu juvenil entrañable y solidario, que pone fundamentalmente como centro de cualquier acción al ser humano. Nuestra observación no es cuestión menor, ya que configura el timón que nos marca el rumbo de la vida, es una de las razones directoras que hoy hace brillar a nuestra cultura provincial y que constituye la perspectiva que posiciona al hombre nuevo formoseño.


Van, desde lo más profundo de nuestros corazones, las felicitaciones a todos los estudiantes universitarios que han participado en éstas olimpiadas, y para todos vale el mensaje, pues hemos triunfado plenamente en la propuesta integradora de los estudiantes universitarios hijos de Formosa.


Por otra parte, es necesario que conceptuemos en sintonía todos nosotros lo aquí acontecido, ya que siempre debemos apreciar por sobre cualquier resultado, lo sustancial, porque eso es lo más valioso que podemos aprehender para nuestro ser, y así seamos portadores de ésta antorcha para poder compartir su luz con nuestros hermanos todos.


Desde el espacio estudiantil, reconocemos la cuantía que el deporte tiene en el desarrollo de una comunidad, y es esta relación la que valida el perfil de nuestra presencia. Porque comprendemos que el pueblo requiere de la juventud, el desarrollo de una vida sana, lejos de los vicios, cerca de la armonía física, mental y espiritual, para que pueda ser garante y realizadora de esta transformación sustentable y positiva que vivimos todos en Formosa, y es el deporte uno de los canales que conjuntamente nos lleva por ése sendero.


Destacamos y agradecemos la colaboración de quienes han ayudado para que éstas olimpiadas se desarrollen exitosamente, aquí va nuestro agradecimiento al Gobierno de la Provincia de Formosa, a través de la Subsecretaría de Deportes, del Ministerio de Gobierno y otros organismos Gubernamentales, a la Policía de la Provincia de Formosa a la Municipalidad de la ciudad de Formosa, a las autoridades presentes, a la Asociación Carlos Cleto Castañeda y al Club Sol de América, que cordialmente nos han abierto las puertas de sus instalaciones, a la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Formosa, a la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Extensión Universitaria de la Facultad de Administración Economía y Negocios perteneciente a la Universidad Nacional de Formosa, a los Centros de Estudiantes Formoseños Nucleados en las Provincias de Corrientes, Chaco, Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, a los Centros de Estudiantes y a las diferentes agrupaciones estudiantiles de las facultades de Administración, Economía y Negocios, de Ciencias de la Salud, de Humanidades y de Recursos Naturales de la Universidad Nacional de Formosa, qua han participado y acompañado en la realización de éste evento.


Esperamos felizmente que la auto competencia se afinque en nosotros, no para despuntar a nuestros pares, sino para poder evolucionar en las metas que nos propongamos, asumiendo entonces su sano sentido y así, podamos en lo sucesivo superar progresivamente los resultados de ésta gloriosa olimpiada universitaria. Ambicionamos que la acción sea promotora de nuestra grandeza y le pedimos a Dios que esta entrega libremente asumida sea la consecuencia de nuestra entera felicidad.


Las olimpiadas interuniversitarias 2009 nos esperan a todos nuevamente, y deseamos que el año que recién comienza sea útil para que todos los estudiantes podamos progresar en nuestros estudios superiores.


Muchas gracias, que Dios y nuestra Patrona, la Virgen del Carmen, nos bendiga

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viernes, 11 de diciembre de 2009

DISCURSO EGRESADOS F.R.N. / U.Na.F.

Muchas veces en la vida, nos trazamos metas para lograr objetivos. La velocidad de los procesos evolutivos generalmente nos obliga a avanzar hacia adelante haciéndonos perder de vista el propósito natural que perseguimos en la acción cotidiana. Mirando hacia atrás, descubrimos el sentido de la tarea que definimos en nuestra realización existencial, evaluamos constantemente nuestro manifiesto como sujeto social y en esta consecución de sucesos normalmente perdemos la visión integral de nuestras vidas.

Hilvanando en el tiempo los pasos que damos, descubrimos que cada acontecimiento no es un hecho aislado en sí mismo sino que se convierte en el sendero que marcamos en nuestro destino, y en la marcha de la vida reconocemos si las energías que invertimos en nuestros esfuerzos nos conducen a nuestras metas. Las conquistas que alcanzamos al culminar cada misión que nos encomendamos, se convierten en propia pertenencia y a la vez dejan una huella transformándose en legado.


Reconociéndonos como individuos, asumimos responsablemente los desafíos que nuestros sentidos nos presentan, incluidos en una comunidad nos valoramos como artífices de nuestro destino. Esta relación biunívoca entre la individualidad del ser y el sujeto social define una correspondencia simbiótica, en donde la manifestación personal deja de ser un hecho aislado para convertirse en un acontecimiento de interés colectivo.


Así como el uno en su integración es una parte de un todo, la historia también nos vincula con nuestras herencias, nos posiciona en un punto del tiempo y nos proyecta al futuro. Por procedencia y por convicción asumimos nuestro rol reconociendo que el tiempo y el medio nos integra en una corriente que nos conduce hacia el destino de superación de nuestros pueblos. Leemos las letras de nuestra crónica, escribimos nuestra historia, nosotros por nuestro pueblo, nuestro pueblo con nosotros.


A Nuestro Pueblo


60 años atrás, un 22 de noviembre del año 1949, quien fuera tres veces presidente de los argentinos, el general Juan Domingo Perón firmó y promulgó el Decreto N° 29.337 de gratuidad de la enseñanza universitaria permitiendo el acceso a la educación superior a todos los sectores sociales, eliminado los aranceles universitarios vigentes hasta ese momento. Ésta decisión política ha sido un signo de progreso social y afianzamiento del sistema republicano de gobierno.


Al distinguir el sentido colectivo de la acción que perseguimos, comprendemos que nuestros logros cobran trascendencia social y temporal, de lo contrario atentamos contra los propios principios naturales que nos condujeron a nuestra existencia. Es necesario hacer referencia fundamentalmente a estas verdades, pues nos debemos al compromiso de una comunidad que confía en nuestra capacidad y formación técnica, que nos brinda las herramientas para qué la formación universitaria sea pública y gratuita.


Esta institución que nos abrió las puertas, que nos transmitió sus conocimientos, que nos ayudó a formar nuestro criterio profesional, que nos impregnó de sentido colectivo, que nos forjó culturalmente como ciudadanos con sentido técnico y político, que nos ayudó a superarnos, que nos acompañó en nuestro crecimiento, esta Universidad auténticamente popular y formoseña, está sostenida por cada argentina y argentino, que ve en nosotros un elemento de confianza y evolución.


Por compromiso ético y moral, por reconocimiento y valoración será nuestra grandiosa comunidad quien reciba en primera instancia nuestro más profundo y sincero agradecimiento. Agradecimiento que no sólo se manifestara en una simple palabra sino que se materializará en cada intervención profesional que debamos realizar. Si así no hiciéramos, nuestros logros dilapidarán el sentido colectivo, nuestro manifiesto perderá trascendencia y el resultado de nuestros triunfos perecerá en la individualidad.


Somos la síntesis del esfuerzo mancomunado de un pueblo solidario, que confía en nuestras vocaciones sus anhelos de superación. Y de esta comunidad que ha cumplido con nosotros, debemos reconocer que en relación proporcional quienes más invierten en este sistema educativo público y gratuito son aquellos que más esfuerzo económico hacen para sostenerlo. De aquí nuestra valoración y doble compromiso con todos aquellos que más nos necesitan, con todos aquellos que más nos reclaman gratitud y devolución. Si así no lo hiciéramos, no estaríamos comprendiendo que muchos hermanos esperan de nuestra parte con el corazón abierto el mismo gesto de solidaridad que han tenido para con nosotros.


A Nuestras Compañeras Y Compañeros Estudiantes


Asumiendo éste rol que debemos cumplir, comprendemos que éste momento se transforma en un hecho político. Por ésta razón, durante los años que caminamos los pasillos de nuestra querida casa de altos estudios nunca hemos perdido de vista nuestra formación técnica y política, siempre con espíritu critico, con sentido colectivo y deseos de superación. Así en ésta tarea de formación, trabajamos para fusionar nuestros conocimientos específicos, con aquellos fines comunes.


La impronta que define el claustro estudiantil responde a éstos lineamientos básicos, y ello es así pues permanentemente reconoce su procedencia popular, el objetivo de su misión es claro e inconfundible, nuestra formación se convierte en una herramienta de transformación social. Éste ha sido el camino que construimos desde la lucha estudiantil, éste es el sentido universal de nuestra formación intelectual. Y es en éste punto en donde debemos destacar el trabajo apasionado que muchos estudiantes vienen desarrollando, poniendo todo de si, postergando en muchas oportunidades sus proyecciones individuales por una causa común. Esos jóvenes, amigos y compañeros que ayer, hoy y siempre militaron, militan y militarán por el bien de toda nuestra comunidad, son quienes mantienen viva la mística estudiantil.


A ellos va nuestra distinción y agradecimiento, a ellos nuestro cariño y palabras de aliento; amigos, los esperamos para celebrar. Queda en mis compañeros estudiantes encendida la llama que alimenta la pasión y vocación de servicio para su claustro, ellos deberán mantenerla encendida con las mismas convicciones de siempre, potenciarla y jamás mutar el sentido colectivo de la acción política que nos convoca a la comunión del claustro.


A Nuestra Familia


Es la familia la célula básica de nuestra comunidad, de ella adquirimos los valores y fundamos los principios rectores que luego compartimos entre nuestros pares. Es nuestra familia la que nos acompañó en ésta empresa, la que nos ayudo en cada momento, la que nos contuvo en cada tropiezo, la que nos alentó siempre. Es el principio de nuestro camino, y está presente hasta el final de nuestro sendero. A ella nuestra gratitud, por toda la paciencia, la tolerancia y el amor brindado, y en respuesta de ello el logro de nuestro resultado.


A todos quienes conforman el núcleo íntimo reconocido por nosotros como familia, a esos seres con quienes compartimos un fuerte vínculo sentimental de amor incondicional, les decimos gracias por escoltarnos hasta esta meta. Este momento de gloria, felicidad y satisfacción es tanto suyo como nuestro.


A Las Autoridades, Profesores Y Personal No Docente


Todos los años, profesionales capacitados en diferentes disciplinas egresan de ésta casa de altos estudios. Desde el área de la producción, las ciencias humanas, la salud y la economía, nuestra institución aporta con el material humano necesario para el proceso de evolución social. Cada intervención emanante del corazón que realizan desde el espacio que los convoca en el quehacer universitario, marcó la diferencia en nuestra formación.


Como el sembrador que trabaja arando el suelo bajo el sol, sembrando cada semilla, regando la tierra, son ustedes quienes han puesto en nosotros toda la dedicación propia de su vocación para que hoy estemos aquí celebrando ésta ocasión. A ustedes les debemos nuestra seguridad, siendo ustedes los garantes de ésta nuestra nueva etapa profesional. Por ello, nos vemos motivados a reconocer y agradecerles toda esa entrega que nos han brindado.


A Nuestra Institución En General


Vivimos en un mundo dinámico con ideas vencidas por el tiempo, en un sistema globalizado con ideologías y concepciones obsoletas y artificiales. Y desde aquí, desde Formosa, desde Argentina brilla una luz de esperanza para los pueblos del mundo. Las concepciones capitalistas han sometido a la humanidad hasta la esclavitud, poniendo al hombre de carne y hueso como un objeto del capital, mientras que nosotros asumimos ésta cuestión desde una perspectiva humanista y cristiana al disponer el capital al servicio de la economía y ella al servicio del hombre.


Ésta filosofía simple, práctica y popular nos pone en ventaja en referencia a las demás posiciones, nos libera y nos dignifica como pueblo. Ésta concepción de las cosas de la vida se convierte en el timón que gobierna nuestras acciones, y funda los principios rectores que delinean nuestras proyecciones futuras.


Formosa, nuestra región NEA y nuestro territorio nacional viven momentos de cambios revolucionarios. Tan solo basta con mirar a nuestro alrededor para comprender que existe un modelo de desarrollo económicamente rentable, territorialmente equitativo, socialmente justo y ambientalmente sustentable. Por dar solo un ejemplo de los tantos que podríamos citar, recordemos que días atrás el gobernador de los formoseños, el Dr. Gildo Insfrán confirmó la instalación de una planta de generación nuclear en nuestro territorio provincial, colocando a Formosa a la vanguardia de los adelantos científicos y tecnológicos.


Estos tiempos nos exhortan al compromiso participativo, nos llaman a la formación y la capacitación para el desarrollo del modelo nacional, provincial y sudamericano. Los técnicos en agro negocios, los ingenieros forestales, los ingenieros zootecnistas y los ingenieros civiles estamos incluidos y tenemos directa relación profesional en éste proyecto.


Por ello, con todo nuestro intelecto puesto al servicio del bien común, utilizándolo como una herramienta para la superación, conjugamos desde los sentimientos, nuestros pensamientos en el compromiso de la acción. Por nosotros, por nuestras herencias y por nuestros herederos.



Que Dios y la Virgen del Carmen, patrona de Formosa nos bendiga.

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domingo, 8 de febrero de 2009

A mi Hijo

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lunes, 26 de enero de 2009

Espíritu Noble, Espíritu Leal

Noble es la esencia del espíritu pleno que dinamiza al cuerpo que lo alberga. Esta virtud solo se manifiesta en los seres valientes, capaces de abordar su existencia a través de los sentidos que afloran desde sus profundos valores. Noble es, quien responde a los sentidos morales que brotan desde su ser. No responde a la nobleza del espíritu, la obediencia impositiva de alguna norma discorde al sentido del alma de quien la acata, pues la nobleza no es normal, no es estándar ni uniforme, es intrínseca al ser que la distingue, valora y vivencia.

Noble pues entonces no es por ser ni bueno, ni malo, es por la simple razón de que con sus actos, reconoce y sigue la línea que le impone sus sentidos. En bueno o malo se transforma quien para los demás es materia de juicio normal, y en ello puede haber muy poco de apreciación exclusiva personal, por esto este tipo de sentencia, puede ni siquiera pesar sobre la conciencia de quien la deba tolerar. Mas el ruin, no puede evadir la traición que consuma sobre sus sentidos espirituales, y es su propia conciencia la que lapida su auto vil desprecio, y en este sentido e instancia, no opera la norma social, ya que las razones a las que obedece la conciencia, son disparadas desde el interior profundo del ser de su propio embustero.
No es tibio ni especula contradictoriamente un espíritu noble, su carácter no le permite esconderse por cobarde. En sus actos puede buscar la racionalidad de sus métodos, pero nunca abandona sus principios y sus fines. Éstos son dos elementos fundamentales de quienes viven noblemente, pues distinguen claramente cual es su punto de partida, y conocen igualmente a donde deben llegar, mas en éste sentido amplio de razones, no puede existir espíritu noble que no reconozca sus principios, y que no encuentre razones validas para darle sentido a sus pasos. Desorientados operan quienes no distinguen sus inicios y errantes atropellan quienes avanzan sin saber a donde se proponen llegar, en estos casos no existe lugar para el espíritu de los nobles.
La sabiduría humana es herramienta útil para comprender los rumbos de cada ser, la inteligencia es válida para descubrir los métodos para alcanzar el norte que dispone el sendero que se proyecta, pero es dable distinguir que son éstas razones propias y personales de cada individuo. Y, es fundamental que éstos motivos estén presentes primordialmente en cada ser, elemento sujeto de un pueblo, una sociedad, una comunidad. Así se despierta la nobleza en cada persona que vive activamente desde su ser en un espacio de desarrollo social, pero la dispersión absoluta de los sentidos no es real, ya que los impulsos sociales enmarcan naturalmente e inevitablemente a los principios que gobiernan la conciencia colectiva, la que a su vez acomete a los principios y sentidos individuales. Así germinan en las diferentes sociedades, los sentidos comunes que se asientan en los valores universales, que no son ni más ni menos que los elementos primarios y necesarios para que se manifieste en principio, el desarrollo armónico de todos los sujetos de un pueblo.
Por medio de estos principios universales, y a través de sus valoraciones prioritarias, se jerarquizan significativamente los principios de convivencia, para armonizar el desarrollo social e individual, y en ésta jerarquía, es en donde se desigualan las diferentes corrientes ideológicas, al punto tal que el orden de sus concepciones suele ser tan diametral, que evidencian discrepancia absoluta. Pero es válido notar, que la diferencia generalmente es a los fines prácticos, pero en sus fundamentos teóricos muy probablemente estén mas cerca de lo que aparentan estar. Es claro que la materia que acota la existencia, ésta exige la eficiencia práctica de los métodos que se emplean, para que la satisfacción sea real, del cuerpo y del alma.
Entonces así, y por medio de las similitudes entre valoraciones, los espíritus nobles, reconociendo los principios que los encuentran, se disponen objetivos comunes. Así se inicia la lealtad de quienes coinciden con pleno sentido en principio, acción y fin.
Leales pues entonces son quienes noblemente sienten los designios de su ser, que comprenden su acción acorde a su compromiso colectivo, que se homologan con sus principios y fines personales. La lealtad vista así, implica confianza, que solo puede brotar de quienes firmemente se pueden aplomar sobre sus principios y valores, y para ello deben fundamentalmente ser nobles. Entonces se nota que la lealtad tiene un carácter similar a la nobleza, pues no es sinónimo de obediencia, sino un compendio de nobleza, coincidencia, confianza y su amalgama es la solidaridad, pero su mandato es posterior a la nobleza, ya que implica la interacción de varios individuos organizados en una comunidad, dispuestos a alcanzar un fin, consientes de una realidad actual, con una metodología en la acción acorde al orden jerárquico de sus principios y valores.
Jamás podrán ser leales quien acatan sin coincidir con los sentidos de acción que le imprime su ser, mas bien serán cautivos de alguna traición moral que consuman a sus espíritus; a ellos les resta por aceptar las normas impuestas, pues su propia debilidad no les insume la capacidad para construir en un sentido propio de acción. Ésta es la primera razón de desconfianza entre los pares de una comunidad, ya que si algún ser es capaz traicionar sus principios y valores, pues entonces que resta de su conducta para con los demás. En éste esquema, lejos está de fundarse la solidaridad, la confianza, y la noble coincidencia, por ello, mas lejos aún se posiciona la lealtad. Así en un carácter mas simple, leal es quien emprende una acción, porque sus pares lo requieren, y fundamentalmente porque descubre, comprende y coincide con los sentidos de su tarea. Esto hace a las personas leales, ya que cimientan organizadamente y con plena conciencia los espacios que en conjunto pretenden construir.
La inteligencia reconoce a los seres y los propende a la tolerancia, pero la inflexión se descubre en los propios sentidos morales de las personas. La ética permite que los pares de una comunidad puedan alcanzar sus objetivos sin transgredir los principios que la constituye, y es ésta una variable que se ajusta a la conciencia colectiva y al escenario de acción. Así, solo la fuerza bruta puede imponer déspotamente, recetas que son asumidas solo por quienes contradiciendo sus principios morales, callan la voz de su conciencia, o por aquellos que en sus sentidos y fundamentos éticos aceptan la premisa, para cuyo caso, la imposición no lo es, ya que la directriz se convierte en una mera coincidencia colineal de acción.
Las ideas se transforman solo en supuestos mientras no tengan un sustento práctico, esto hace a los conceptos menos confiables, ya que la subjetividad de su dueño, las hace vulnerables a las contraposiciones, y más aún si deben disputarse contradictoriamente ante hechos reales. Así, y a modo de reseña y sustento de las ideas, es útil traer a la memoria un acontecimiento digno de reconocimiento de nobleza y lealtad, el 17 de Octubre de 1.945. Un pueblo, en sintonía con una premisa noble, que emergía desde el espíritu de cada individuo que componía ese movimiento obrero popular, reconociendo un estado de situación presente, y con un objetivo claro y conciso, con plena confianza entre sus pares y coincidencia, unidos solidariamente se dispusieron recuperar la libertad y potenciar el protagonismo político de su líder representante, el más grande estadista que tuvo el mundo en los últimos siglos, el General Juan Domingo Perón. Así se conmemora en esa fecha del calendario, un acontecimiento digno y supremo de lealtad popular.
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Espíritu Sereno

El tiempo y la distancia colmatan los infinitos rincones del universo, crea espacios de nueva vida, empujando a las almas a un nuevo porvenir. Estable como un robusto mueble que se desplaza suavemente sobre ruedas sin tumbarse, el espíritu sereno se adapta armónicamente a los escenarios que le depara su destino. Accidentado con vuelcos, como un objeto esbelto, inestable y rugoso que se mueve, es el desplazar del espíritu torpe, sufre los golpes de la vida sin poder saborear la evolución que su avance le implica.

El tiempo, factor de primer orden que imprime en la celeridad de los cambios, la angustia de quienes no logran vivir para sentir el placer que esto implica. Es ésta la razón que sojuzga al individuo por no poder gobernar sus ansias con el contexto que lo acota, mayor es su padecer al sentir que su tiempo no se invierte en saciar los anhelos impensados de su existencia, y en su desesperación acaba por verter su suspiro en un vació ajeno. Así es la vida del que vive por detrás de su presencia, de quien no contempla su existencia, ni descubre la belleza del espacio que lo rodea a cada instante.
Como en un proceso automático, los cabios culturales se pretenden imponer a cada elemento de una comunidad, sin que sus integrantes comprendan los sentidos del dinamismo del sistema en el que se encuentran inmersos. Actúan por mero reflejo, sin valorar la capacidad de discernimiento, quienes torpemente se acomoden a lo inmediato, sin poder aliviar la presión que le presenta la celeridad del tiempo social externo. Solo el que logre asimilar los procesos externos juntamente con las acciones que gobiernan sus actos, para disfrutar de su decisión y esperar una respuesta de su exterior, podrá sentirse libre y responsable de su dominio. El tiempo, el instante de placer que adquiere quien se siente dueño de su persona, es inactivo en la búsqueda de una meta objetivo, y es razón sublime de los actos vivos. Éste espacio, éste tiempo, hace al espíritu sereno, su ausencia hace tirana la acción de la vida.
Olvidado, como un papel viejo, el acto contemplativo está exiliado del esquema posmodernista occidental, quien sabe si su ausencia no es más que una consecuencia de la ansiedad provocada por la angustia naciente de la estandarización y la falta de individualidad auténtica, o es una norma preestablecida de éste esquema social, o ambas cosas. Lo cierto es que según éste modelo de desarrollo capitalista, el acto de contemplar es algo así como un desperdicio de valioso tiempo. La conexión entre lo interno y lo externo del individuo busca configurarse por medio de canales ajenos al ser, volviéndose así dependiente de un esquema modal de conductas, que concretamente no hacen más que fortalecer el apego entre el individuo y la oferta del mercado. Queda muy por afuera de la vidriera, la esencia del ser y su entrono natural, solo se puede vender lo que el hombre es capaz de producir, lo artificial… Esto es, un intento de arrebato de la inducción personal para la búsqueda de la felicidad y tan solo se puede evidenciar la nefasta presencia del silencioso ladrón, a través del retraimiento del ruido del mercado hacia la comunión interna. El bullicio, la supuesta celeridad del desarrollo de los acontecimientos sociales, no hacen más que alejar al ser de su individualidad, de su vida en armonía y paz, sumiéndolo en un esquema individualista y dominado.
Comprender que los procesos sociales son cada vez más precipitados, podría no ser un error visto desde el punto de la evolución científica, pero dista mucho esto de la realidad existencial de la persona, los tiempos internos son propios de ella, lejos están de ajustarse a los procesos contemporáneos sociales. Quién por agitado no distinga el sentido de su ritmo, débil víctima será del apetito del sistema.
Como en un catálogo de compras que ofrece alternativas para cada gusto normalizado, el modelo de vida occidental que se impone presenta variables de elección, que van desde el ridiculísimo de quienes no se ajustan a la oferta hasta la ejemplar acción de aquellos que se mimetizan con la moda -¡¡¡Basta de toda esa bazofia!!!- Ser uno, y decidir por uno es el principio de la libertad, la inducción social difícilmente deje de existir, lo que no significa que debe ser el timón que ordene nuestros actos. La liberación debe ser de la opresión, y es útil mientras se conozca el sentido de su expresión, esto es la liberación para que cada ser gobierne su individualidad. Es en ése punto de presencia en donde la paz sostiene al prófugo del consumismo, que deberá calmar los instantes de temor producidos por el vacío del divorcio con el modelo, el tiempo que sea necesario, para que se produzca el reencuentro con el ser y que de allí nazcan las razones que den valor y sentido de acción a la libertad para la vida de cada persona. Sin éste estado de paz, útil en la transición de lo ajeno a lo propio, el riesgo que se corre al sufrir el dolor que la soledad provoca, es de volver a caer en algún otro esquema ajeno al individuo, es esto continuar con la opresión.
La serenidad en la acción, tanto en lo exterior como en lo interno, es garantía de claridad en las ideas, es decir, conjunción entre el espíritu, el intelecto, la razón, y el deseo liberador y superador del ser. Nada tiene que ver serenidad con lentitud, éste sinonismo emerge como una idea prejuiciosa que nace en el sistema consumista. Lenta es la acción atrasada relativizada con algún parámetro de comparación, pudiendo ser éste de naturaleza muy distinta a la del hombre o tan igual a éste que nace en él. Tan lenta puede ser la acción de quien avanza despacio por una senda como mucho más la de quien a mayor velocidad lo hace en sentido diferente, si es que existe algún objetivo común para ambos, tan lenta puede ser la acción del que avanza en sentido contrario, que hasta se manifiesta su acto como retrogrado respecto de ése objetivo común. ¿Cuál es el objeto que mueve al individuo que avanza…? No vaya a ser que su meta sea tan dispar a su esencia que su avanzar veloz no sea más que una suma de errores rápidamente conjugados en una errante para sí, larga y pesada vida. Sereno, quien con su reloj interno toma decisiones comprendidas y entendidas, y por ello, mas allá de su acierto se siente dueño y responsable de sus determinaciones, y tal condición no imprime una carga que lo agobia, sino que por el contrario le solventa la fuerza que su espíritu libre necesita.
La competencia, no es más que una capacidad que relativiza la existencia del ser con su entorno. Es necesaria para garantizar la evolución social, la reflexión cabe en plantear cual es el enfoque que este sistema le da a la evolución. Si evolucionar no es más que avanzar hacia un objetivo, entonces ¿Cuál es ése objetivo…? Así como en una carera de dos vehículos que corren veloz y ciegamente hacia un abismo, ¿Quién puede asegurar que la competencia librada en éste esquema social, no precipita a los competidores hacia un precipicio?

- Corre ansioso hacia el despeñadero si eso es lo que pretendes, pero no esperes que te acompañe, prefiero pasear por el camino que llega a mi lugar… -


Ingenua por la simple razón de no ser feliz con la condición de existir, distraída, perdida la persona que no se halla en su interior y desde allí en el lugar que lo contiene, siempre infeliz hasta tanto no descubra y reconozca en su ser su esencia. Calla con indiferencia, los murmullos verdugos de quienes prejuzgan la diferencia por el simple hecho que no liberan su alma, silencia el ruido por que no atiende las infinitas razones que pretenden frustrar su arraigo interior, tranquilo, en paz busca su armonía consigo y sus vecindades el espíritu sereno. Teniendo en claro su meta, su acción en vida puede ser infinitamente más veloz de la que quién creyendo tener claro su sentido por que obedece la imposición del memento avanza entre sus pares sin valorar el progreso armónico con su ser por el hecho que desconoce los sentidos internos que lo realizan y mucho más si se contraponen a sus valores.

- Disfruta cada instante, tómate el tiempo que necesites para catar los sabores de la vida sin que por eso el tiempo venza tus metas. Por amargo o por dulce vale el sentir, aprender de la impresión de degustar la vida. No tragues tus vivencias, de ese modo no podrás saber cuan magnífico para vos fue por ese instante.-

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Espíritu Rebelde

Cambia su geografía la tierra, cuando sobre ella sopla el viento, crea nuevos espacios, mueve el suelo. Junto al tiempo, la dinámica de la vida descubre los cambios que depara el futuro a la humanidad. Paradoja notable es la existencia del individuo sobre el escenario que le ofrece el tiempo y la suma de acciones como con la consecuencia que configura y codifica los tiempos futuros. Ser un presente para proyectarse en el bramido de una nueva época, u ocupar el lugar de aquel que perece para dar lugar a quién aliente. La evolución de las sociedades sucede como una consecuencia del avance del tiempo, con picos y valles correspondientes a cada estadio, se comprende que una decadencia no es más que el instante evolutivo que indica el agotamiento de un momento, y es oportuna para concebir las ideas revolucionarias que superen al pasado.

Contrapuestos y confusos aparentan ser los conceptos de los progresos evaluados desde rangos de tiempo distintos. Desde lo fugaz de la existencia de un individuo, la acción que aparenta ser burdamente negativa, en lo perpetuo de la historia no es más que la razón que justifica los cambios que elevan las ideas. Cuantos senderos existen en los destinos de nuestra humanidad, tantos como vidas en comunión puedan existir en ella. Cuantas razones nos inducen a comulgar en el error, seguramente tantas como senderos existan en nuestros destinos. Cómo, donde y cuando el acierto…
Obsoleta la vida de quién no se adapta a su presente, perturbada la de quién no la gobierna en su existencia, autista la de quién necesita aislarse para ser, errante la de aquellos que la pierden por no querer asumirla. Completa es la vida de aquel que en su acción coordina su esencia con el entorno activo que lo limita, sin que por ello se margine su existencia, sin que por ello se estanque en su presencia. Rebelde el espíritu de quién no se somete a las normas tácitas que frustran su existencia, que permanentemente conquista en sí mismo espacios de dominio personal, confrontando las debilidades que lo someten y los prejuicios sociales que lo juzgan. Rebelde el que rompe con los esquemas insustanciales, con las normas de sometimiento y que por ello se siente vivo y dueño de sus actos para cambiar y superarse a cada instante.
Tonto e ingenuo el que se piensa rebelde por la simple razón de que contraria su propia conveniencia, no se da cuenta que no hace más que aceptar un modelo impuesto por una moda externa a su naturaleza, igualmente sigue siendo un domado tras las rejas de sus vicios, penas, e inconsistencias.

- Los problemas no dan pena a la vida, la pena de la vida es no querer enfrentar los problemas. -


Al igual que la moneda tiene dos caras, sin ellas no podría ser tal, el ser humano es materia y espíritu y sin uno de ellos perdería su gracia. Rebelde el espíritu que pretende superar y gobernar la materia que lo contiene, sometido el espíritu de quienes se dejan abordar por el cuerpo que lo encierra.
La rebelión del espíritu no se demuestra con luchas externas a los dominios personales, sino que se define en lo propio de cada ser. Quién busque fuera de su existencia pierde el tiempo, su voluntad no gobierna la ajena, menos aún si no domina la propia, menos si pretende hacerlo sobre la de su prójimo. Los cambios sociales auténticos nacen desde los que están convencidos y no de quienes están obligados o confundidos, para abordar el convencimiento de una postura, es necesario superar con razón la que se deja. Esto solo es posible a partir de la reflexión interior, la auto crítica, y la voluntad de querer mejorar. Es necesario romper con los límites que nos impone nuestra materia, para comulgar con nuestra esencia, éste es el primer acto de rebelión del espíritu que se necesita para descubrir y redescubrir en nuestro interior, cuales son las metas que nos deponen nuestros anhelos en la vida. La sabiduría del que se conoce es mil veces más útil para quién propone rebelarse ante sus debilidades, que el conocimiento de lo ajeno a su ser.
Dócil, como un canario de jaula, el espíritu del sometido, del oprimido, nunca sabrá lo que significa ser libre, planear por el aire, volar; lo más que le permitirá su condición, es vivir en la ilusión de que sus pequeños saltos se asemejarán casi por igualación al acto de volar. Frustrada, hasta la agonía de la muerte, la vida de quien conociendo la rebelión de su espíritu, en su errático vivir, fue sumando condenas a su existencia, hasta no ser más de uno, y ser de lo que lo somete…
No existe la rebelión sin causas, existe el caudillaje de las ideas viejas con las nuevas, la confusión, el error, el acierto, la experiencia del traspié y las ganas de querer superar alguna situación. Entender que exista la rebelión sin causas es no comprender la diferencia de ideas, es el no respeto al discernimiento, faltar a la humildad y dar el paso necesario para empezar a aniquilar el espíritu rebelde que busca superase. Si bien es aparentemente cierto que muchas veces la práctica hace al maestro, también sucede que nada de lo suyo es absolutamente verdadero. De lo contrario podríamos groseramente pensar que Dios practico antes y primero le salió algún animal parecido al hombre, llamado mono, entonces en la tierra, los presuntos maestros ¿Que obra absoluta ejecutan…? ¡Ha! Espíritu Rebelde…

- Nunca supe por qué y para qué la selva necesita tener un Rey…
Me gustaría saber, cuánto de lo que interpreto, es… -


En tiempos de invasión cultural, la dominación de la personalidad del individuo se impone, solo es la rebelión del espíritu la que promueve la objeción, la reflexión y las ganas de querer desechar los parámetros que vencen la personalidad autentica del sujeto. Sin esa rebelión, la vida se pierde con el tiempo en un vacio. Un vacio que no es casual ni accidental, en realidad no es más que una gran bolsa que adoctrina voluntades para sostenerlas en un modelo que condena al espíritu de la humanidad bajo el gobierno de su debilidad. Ser una postura, o un puesto es la opción…
Se reconoce con amor propio, el espíritu rebelde; se ignora con desprecio personal, el espíritu domado, no distingue su gracia, su poder está rendido. Arrastrado por la inercia del sistema, manejado el sometido, por las dudas, por temor, ni se cuestiona su razón de existencia, prefiere distraerse en lo superfluo. Fácil es tomar alguna de las ofertas del mercado, mediocre el obediente de lo que contraria su esencia, perdido está entre la gente el que no comprende su presente.
Peligrosamente traidor a su persona el que neciamente acepta y obedece ser objeto de dominio, preferible es no cruzarlo. Si su sujeto no defiende, cómodamente entregará al más inocente distraído sin remordimiento y hasta tal vez lo haga convencido que su acto es positivo. Malvadamente ingenuo el que no aprovecha su razón para despertar la rebelión de su espíritu, por desidia o comodidad es mal ejemplo en vida. Puede equivocarse de camino el que se rebela ante sus condenas y busca mejorar, pero muerto en vida está quien ni siquiera lo intenta.
Investiga, reflexiona, piensa, el espíritu rebelde, inteligente si analiza su acción, desde lo interno hasta lo externo, bruto el que actúa solo por reflejo, e igualmente peligroso como aquel que se traiciona en vida por sumiso y obediente.
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Espíritu Libre

Busca expresarse en alguna forma de vida autentica, el alma soberana. Manifiesta en su presencia un entorno de acción, un espacio de respeto, un lugar que no podrá ser ocupado por voluntad ajena. Ni la intención más vil, ni la más oscura norma subsisten un instante en un espíritu libre. Solo se hallan en la historia de la humanidad, progresos inspirados de aquellos capaces de concebir la objetividad desde lo llano de su esencia, eximidos de lo mísero banal de la existencia.

Carácter intrínseco de presencia humana, es la libertad una condición inherente de los seres vivientes con propia voluntad. Acotada por la materia e infinitamente autónoma en lo espiritual, la libertad se manifiesta con propio carácter. Responde por ella aquel que la reconoce y huye de su presencia quién cobardemente la enajena.
Acepta la libertad quien está en condiciones de responder plenamente de los actos que concreta en el presente de su existencia, hecho que dignifica la vida y la posiciona sublimemente en el tiempo y espacio, en un proceso dinámico. Domable, estanca o móvil es la razón de existir de quien asume su condición de presencia a través de esquemas ajenos a su esencia, ya sea por desconocimiento o cobardía. Sabio quien escudriña en su ser, buscando razones que lo gobiernen, ignorante aquel que calla su conciencia dejándose abordar por impuestas modas, por más justificadas que aparenten ser. El miedo de quién no identifica la libertad de su espíritu, lo somete a la esclavitud. Así como un ávido comensal degusta de un plato, un espíritu sin condenas saborea la razón de su existencia, así como el inapetente se ve obligado a comer, el prisionero de la moda, del miedo, de la ignorancia, del descuido, del abandono, de la desidia, de lo ajeno a su objeto natural, está forzado a cargar con su vida.

- Si bien es cierto que, “una golondrina no hace verano”, también ocurre que “muchas juntas tampoco lo van a hacer…”. Por eso es interesante descubrir que el “verano” es muy diferente y no depende de la “Libertad” de una o muchas golondrinas. – por suerte… -


Como dibujando en una hoja blanca, suelto de impuestos, el espíritu libre crea la magnifica obra de su vida, contempla cada trazo, y la embellece en su progreso, anhelando un resultado. Al igual que en un calco, el sujeto al modelo obedece al grafo de su carga, no nacen en él formas, no crea, no inventa, solo copia un antes puesto, sabe que con suerte la consecuencia de su esmero será la mas fiel copia de su impuesto. Busca, aprende y comprende libre mente, obedece, repite y acepta sometida mente…
Acotada por naturaleza, la materia contiene la existencia del sujeto, suelta en esencia, el alma se expande en el infinito. Un dúo, cuerpo y espíritu nacen en el ser. Errado es pensar que materia y alma siguen diferentes sendas, tan solo su coexistencia garantiza la armonía de quién las conjuga, es esto trascender a la plenitud de lo humano.
Ausente de felicidad, se condena un espíritu marginado, sin vuelo ni canto, el ave más simple pierde su calidad. Nace como trigo en el campo, la felicidad en el alma libre, muere como en el fuego la madera, aquel aliento preso de algún modelo. La dominación social, puede lograrse de muchas maneras, evidentes aquellas que advierten a la presunta victima, silenciosas las que la seducen y atrapan. Es menester de quienes pretenden sojuzgar a un pueblo, subyugarlo para su conveniencia, y la eficiencia de su método redunda en la cautela y sutileza de su irrupción, lenta pero efectiva en principio, brutal y burda en su plenitud. Como la rana que salta por que advierte la temperatura del agua caliente, pero no lo distingue en el lento proceso de calentamiento, las masas sociales que sutilmente son engañadas, paulatinamente se agudizan en la trampa del dominante, hasta el punto de no comprender la lógica de su problemática, pero si apreciar la angustia de su padecer. Vacio de contenido humanístico, es el esquema modal, necesariamente desmoralizador e invertido en las fuerzas naturales, induciendo al individuo a la perdida de su personalidad y a la adopción de una identidad relativamente acotada. Consecuentemente tirano, el dominante, busca reemplazar los sentidos espirituales, por superfluos y truncos tactos materiales, la alegría concebida por la felicidad, a la artificial alegría consecuente de la euforia, la tranquilidad desde la paz, a la falsa tranquilidad desde la represión de la conciencia, la autoridad desde la fuerza personal, a la cobarde autoridad desde la fuerza de invasión al prójimo, la admiración desde la contemplación, a la pasajera admiración desde la novedad. Vulgares, y penosas las costumbres de quién se embriaga para reír, de quién se aturde para no pensar, de quién se droga para descansar. Enferma de vicios, el alma de quien no puede descubrir la felicidad desde la simpleza de la vida, desde lo infinito de un punto, carente de valor la inteligencia de quién no la usa para descubrir la felicidad en la adversidad. Lejana a éste panorama está la libertad, y no por ello deja de estar… Solo queda por buscar…
Comprendiendo que la libertad es un carácter fundamental que erige la dignidad humana, es lógico abordar la idea de que quien desee someter a algún grupo social, primero naufragará la concepción de la comunidad, para que en lo atómico de su masa fecunde el individualismo. Una vez alcanzado éste objetivo, el tiempo, y el impulso individual viciado se facultarán la misión de asociar cada sujeto al objeto que se le asigne según la necesidad del imperante, caso omiso se desechará la pieza por inútil. Esta acción, posiciona a la voluntad popular, en un tablero de estrategia, siendo fácilmente moldeable, y solo es sustentable en un contexto socio-individual esclavizado.
Si el pichón no abre sus alas para animarse a volar, no podrá aprender a hacerlo, necesita buscar su libertad quien siente que las circunstancias lo agobian. Aprender a volar puede ser en principio accidentado, pero… es el principio y es volar. La libertad no se gana, es inherente a la persona, se la encuentra, no está en el vecino, es propiedad y debe ser dominio. Tiene mensura, ya que su materia la acota, no obstante su tendencia dimensional es infinita en el espíritu y equilibrada en la comunión del cuerpo y el alma. La fuerza en el impulso de la autentica determinación personal es directamente proporcional a la magnitud de la capacidad de libertad espiritual de cada individuo, y su escala es generalmente potenciada por la conducta de sus vecindades.
Anestesia seductoramente el modelo impuesto por el liberalismo, individualista y consumista, hasta asfixiar a las comunidades del mundo. Busca desarticular los vínculos de quienes advierten su presencia para garantizar su estampa, dando una ecuación positiva para el opresor. Despierta de éste contexto, el que descubre lo ilusorio de su existencia, su espíritu libre, inquieto y reflexivo le demuestra que su razón pretende ser oculta por un abrigo de cánones retorcidos que solo lo distraen su atención de lo tangible a su ser, en aquel único espacio en donde coexiste su materia con su espíritu.

- Dichosamente desconozco lo absoluto. Simplemente creo firmemente, estar en un lugar del infinito…-


Felices los pueblos libres, soberanos en su acción, exentos de condenas internas y externas. Dignos en vida sus habitantes, llenos de dicha respeto y valor. No puede ser libre quién no respeta la libertad de su prójimo, por más que aparenten bien estar, los pueblos dominantes, son los primeros esclavos de su propia condena, carentes ellos de felicidad, coaptados por sus debilidades, someten a los débiles. Es más difícil hallar la libertad del ser, que se encuentra sometimiento a sus debilidades internas, que la de quienes deben romper con los esquemas so juzgantes impuestos pero están despojados de condenas interiores.
- ¡Despertad Juventud Latinoamericana! Despójate de todos los impuestos que te someten, los vicios, el tabaco, el alcohol, las drogas, el ruido, el odio, la moda. Idea y crea tu espacio, define tu propia identidad soberana… Busca la comunión de tu pueblo. Se Libre, vuela alto, anímate a progresar, corrige los males que te someten, busca en tu interior superarte, busca en tus hermanos latinoamericanos ayudarte, sé solidaria, descubre la felicidad desde la libertad de tu ser. –
La voluntad y el convencimiento, emergentes de la coherencia y concordancia entre las ideas y las acciones, son capaces de vencer la inercia de las costumbres viciadas, el solo desafío motiva a los espíritus vivos a luchar por la libertad del cuerpo y el alma.
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Espíritu Joven

Llenos de energía renovadora, los jóvenes, promotores de los progresos evolutivos sociales, hacedores de nuevas ideas, despojados de complejos dogmáticos estatizantes, son y serán siempre quienes asuman el rol protagónico que su capacidad, conciencia y compromiso, les impulse a “Ser”, por sobre la coyuntura de su existencia…

Los tiempos de las sociedades que evolucionan hacia un próspero porvenir, exigen el compromiso social de los espíritus jóvenes que la conforman, y sépase que no es la juventud de espíritu una cualidad etaria. Fácilmente puede especularse que viene con los años, y se va con ellos, pero, el sentido fundamental que debe caracterizar a un joven, radica en el hecho de que su acción es impulsora de los cambios sociales que sobrevienen a cada generación, y el reconocimiento por parte de quienes pretenden gozar de ésta virtud, es sustancia fundamental para que la razón de su presencia no sea vana.
Tentadora como la luz que enceguece a los insectos, es la oferta efímera que el modelo liberal capitalista ofrece en su mercado. Insípido es el gusto de la vida cuando se olvidan los objetivos, sonsa es la acción que busca saciar la ambición ajena, carente de razón para el espíritu el acto que no se justifica por los valores e ideales intrínsecos a cada ser que los concreta. Ése es el destino que le espera a cada persona que no aprende a descubrir la vida que le brinda la juventud de su espíritu; dolosa la condena de quién conociéndolos los ignora. Es marchita la vida de quién vive sin saber cual es la razón que impulsa sus sentidos, y frustrada la de quién los reconoce pero los abandona. Vieja el alma de aquellos que no luchan por vivir, gozar de la acción de mejorar cada día mas, sin importar para ello la edad que les circunde, de hecho, la vejez del espíritu puede estar enfermando una sociedad de nacientes ciudadanos sin que ello se advierta en lo cotidiano.
Aprender a comprender de lo bueno o de lo malo, suele ser un hábito de quién pretende entender para crecer, ejercicio que no se descubre en cátedras ni doctorados, espacios que tan solo la mente libre puede ejercer. El bullicio, el ruido, redundan en la confusión necesaria para buscar distraer la atención de quienes viven en la promesa del porvenir. Caracteres que se plasman en una moda que busca vaciar al ser de su personalidad para acotarlo en un esquema programado, idealizado por intereses ajenos al individuo y estereotipado en un sistema que como un damero encaja en un contexto socio individual. Sin pretender replantear el orden del esquema social, ya que esta es una cuestión mucho más compleja y presta a conceptos dispares, los jóvenes del presente, imitando en compromiso a aquellos que nos antecedieron en décadas pasadas, estamos instados a ser protagonistas y a estar a la altura de los acontecimientos que el presente y el futuro nos presenta. Valiéndose del conocimiento, a través de la información, es dable arribar a razones muy distantes de aquellas superfluas que constantemente se pretenden imponer a través de los servicios multimediales.
No es errado pensar que lo aparente nunca ha dejado de serlo, y que la esencia brota de las raíces. Mundano, todo aquello que no hace más que hacer perder la vida en lo presuntuoso. Perder la vida, ni más ni menos, perder la juventud del espíritu, olvidar la esencia, o simplemente arrumbarla a un lado. En la Argentina, tanto como en otros países de Latino América, este actual presente, ofrece un escenario de cambios que demanda el compromiso de la juventud viva, despierta a los acontecimientos; del protagonismo depende la sustentabilidad de la defensa de los valores. Los progresos de una comunidad no obedecen a la presencia de seres astrales, es por el contrario, la sumatoria de la acción de cada individuo. Desde lo cotidiano y concreto se refleja el crecimiento de una comunidad.
Es común el objetivo social, cuando se pretende la felicidad de un pueblo, siempre que para ello se dignifique al ser humano, poniendo el capital al servicio de éste, contrariando así a aquellos modelos que el capitalismo imperialista proyecta imponer. Ésta es una batalla abierta, enmarcada en un contexto económico-político internacional-cultural, contra un género invasor, perverso y silencioso, que constantemente ingresa a cada núcleo familiar desde los medios de comunicación, desde la moda, desde las cotidianas distracciones, desde el ruido, y que busca socavar la moral social. No es relato de novelas, ni paranoia esquizofrénica. El complejo entramado opresor, nace desde cada ser capaz de doblegar su moral al costo de la moneda, poniéndole un precio a su libertad, y se alimenta de todos quienes por descuido o ignorancia caen en las fauces de ese sistema.
Aceptando lo relativo desde la existencia de cada ser, se puede comprender que las posturas ante ésta situación pueden variar ampliamente de espectro; paralelo a ello, lo sublime. Las ideas y el sentimiento, no siempre siguen el mismo camino; la conciencia y la razón no necesariamente colindan, la alegría y la felicidad algunas veces siguen distintos surcos, no todo lo que brilla es oro… no se puede ser sabio si no se es sincero con uno mismo…
No permanece de brazos cruzados el que padece hambre, a no ser que pretenda fallecer, prevé la escasez el oso que caza en verano e hiberna luego, ya que de lo contrario, en estado famélico invernal podría morir. Tiene vida el que lucha por su existencia, y es prueba de garantía, para aquel que se adelanta a la coyuntura de los acontecimientos. Los avances que se pueden concretar en las interpretaciones del contexto mundial, son necesarios para superar la trinchera de guerra que nos delimita el imperio. La data barata generalmente tiene un costo de engaño, son útiles para ello el conocimiento a través de la investigación y el análisis a través del criterio de la razón, y sobre todas las hipótesis, es indispensable reconocer siempre quién y donde está posicionado el enemigo. Las costumbres banales, los vicios, propios de la materia débil y acotada, los desenfrenos, los actos sin conducta moral y sin sentido de amor a uno mismo como al prójimo, son los instrumentos que utiliza el sistema para aprehender individuos. Reconocer esto es el primer paso para emprender la lucha más importante, la interior, pues no puede ayudar quién no se ayuda, y es signo de vida y juventud quién se cuestiona y se propone mejorar, para poder ser firme y solidario con los demás. Ésta es una lucha que va más allá de cualquier ideología partidaria, va mucho más allá de cualquier lógica intelectual, ésta es la lucha de la vida, y si no se despierta en la juventud del espíritu, entonces, muy probablemente, estará fuera de tiempo.
El que entregue su vida a la materia, el que se ofrende al modelo neo liberal sometido a los esquemas impuestos en las masas y renuncie a la libertad de su individuo, muerto en vida quien se ajusta a una moda, vano flagelo social. Auguran esperanza los nuevos tiempos de nuestro país, pero al mismo tiempo instan a las nacientes generaciones al compromiso en base a la capacitación y la acción de los jóvenes con mentes despiertas de nuestro territorio Argentino.
Gozar de libertad en la acción y pensamiento, es gozar de vida, pero ello obliga a la conciencia a ser responsable de los sentidos que gobiernan los actos de la existencia humana, sin posturas mediocres. Los actos tibios, carecen de sentido de acción, ya que no definen la trascendencia, no son más que meros engaños personales, perdidas de tiempo, desperdicio de instantes de vida. Envejece el espíritu todo aquello que limita, acota o trunca las ideas, que por fácil configura la rutina, que por temor doblega el criterio, que por ignorancia enceguece al necio y confunde al distraído. Vivir puede ser no más que un proceso biológico, o un suceso de emociones. Si por vida se acepta la de un vegetal o la de una mariposa, queda por sentir que a pesar de las formas se impone en el pensamiento una matriz que lo faculta, la vida. Es la muerte lo opuesto a aquello que mueve la conciencia, es la muerte aquello que la aquieta hasta su asfixia, es la muerte aquello que paraliza las ideas, y es profecía de muerte el envejecimiento del espíritu.
Por una patria socialmente justa, económicamente independiente y políticamente soberana, para su grandeza y para la felicidad de sus habitantes, el Pueblo Argentino tanto como los hermanos Pueblos Latinoamericanos despierta desde aquellos Espíritus Jóvenes que se rehúsan a la dominación imperialista y demanda el despertar de quienes aún no han podido hacerlo.
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Del Amor y el Querer

Burdamente, malinterpreta el sinonismo al amor como un igual del querer. Siendo cuerpo y espíritu, las personas tenemos la virtud de poder gozar de ambos sentimientos de manera simultánea, siendo en su carácter ambivalentes. El Amor, como sentimiento de entrega es diametral al querer como sentimiento de pertenencia, pero ambos se complementan en la vida, y según el rango jerárquico que se establezca entre ellos, la felicidad se manifiesta entre los seres.

Crece una planta en el suelo mientras que extiende sus raíces, airea la tierra, y llena de vida el espacio que la rodea. Cuanto más radiantes sean los pétalos de su flor, más se embellecerá el terreno que la nutre. El amor, así como el suelo a la flor, sublima la vida de los dichosos que lo disfruta, mientras en su goce se realza quien recibe su atención. La simpleza de su síntesis se basa en el principio de brindarse a su sujeto para acercarlo a la felicidad, y la consumación de éste objetivo es extrapolación de felicidad pura para quien irradia el sentimiento.
Probablemente, su interpretación exceda los límites de la razón, ya que los principios que dinamizan los impulsos del amor, son gobernados por los deseos del corazón; mas la inquieta lógica humana, solo puede desde su yo, concebir los conceptos del querer.

Amar y Querer
Complemento del Alma y el Cuerpo
Dar y Tener
Un Par de Ideas
El Uno y el Otro”
Cuerpo y alma, materia y espíritu, y sobre esto, la vida en el tiempo buscando la felicidad…


Amar, dar para recibir la satisfacción de conseguir en esa entrega la felicidad del prójimo, Querer, para esperar que el objeto que se pretende, sea consecuente con el deseo. Aman quienes primordialmente sienten, quieren quienes primeramente piensan. Siendo sentido y razón, el querer y el amar coexisten en la humanidad; y su graduación distingue las almas de los libres felices de la de los cuerpos de los oprimidos angustiados, pues si la razón induce al sentido, entonces será el amor objeto del querer, mas si el sentido orienta a la razón, será entonces el querer, sujeto del amor.
Brota felizmente del cuerpo, el espíritu de los que aman, se esparcen sus almas por los infinitos espacios del universo. Se anclan en su materia los espíritus de los cuerpos de quienes solo aprenden a querer, su egocentrismo, no le permite explorar los vacios de su entorno. Se revelan en la mente los sentidos de los que se conmueven por amor, mas los que especulan por interés, doblegan sus impulsos a la razón. Realmente, en la existencia humana convive el amor y el querer, pues su canal es el cuerpo y su esencia el alma.
Reina el amor en el corazón de los pueblos felices, se cubren de querer en su soberana presencia. Su amor propio fortalece su identidad, haciendo valioso su carácter, enalteciendo entonces su estima. La estampa de estos pueblos, refleja armonía en el contexto que los define, y es ésta la razón que los aúna en una comunidad organizada, mientras que los egoístas con una visión miope solo logran ver desde sí los intereses que define su materia; a ellos les queda vivir como sociedad, especulando siempre entre sus vecindades. Llenos de felicidad entonces, los pueblos que se liberan del egocentrismo que le presenta su existencia material, y orientan su presencia al interés de su espíritu, ellos viven sobre los intereses de su cuerpo, mas es penosa la condena de los pueblos que viven bajo el interés de su materia.
Esto hace del amor, un argumento que no obedece a las reglas de la materia, pues su naturaleza es absolutamente diferente, mientras que por otro lado, quiere la lógica del cuerpo.
Negativamente ingenua es la idea de la astucia en el desamor, pues quienes imbécilmente engañan, no hacen más que esfumar en su vida, la posibilidad de gozar en el corto lapso que cuentan en su tiempo, de los beneficios que ofrece el amor. Mientras que más sufren por un desengaño, quienes más quieren. Pierden en esto los seres necios, que no logran distinguir en su existencia, los matices de los impulsos de su esencia.
Desde la crítica, se evidencia la estupidez del sistema modal del individualismo, cuando se acusa de cursi y vulgar a la nobleza y a la pureza del amor, siendo lógica ésta actitud en el imperio del ego. Cuando desde la posición del amor, tal incomprensión es motivo activador de acción, es una razón para la entrega, y entre medio, la sonsera de los híbridos, los tibios ingenuos e indiferentes a su propia existencia, que no suman, sino restan por incapaces y mediocres, pues no hacen más que ofertar la posición de la muerte que estanca a la vida.
Preferible es tropezarse con quien desconoce el amor, pero busca a la felicidad. Entonces, puede observarse que la novedad de la moda subyace de la trunca razón, pues solo insiste en querer, solo querer; siendo solo un mero gravamen que obedece a una imposición, entonces de tanto obedecer querer querer, pues ¿Qué queda para el ser…? Y; que se distinga que no es querer amar, ya que el amor no se quiere, el amor se siente. Esa falaz idea de querer amar, no es más que un engaño burdo que estampa algún modelo opresor por sobre la esencia humana, que pretende aplastar el sentido del ser que debe crecer en cada sujeto de una comunidad libre y soberana.
Tan suave como la seda es una palabra de amor, tan áspera como una lija es una palabra del querer. Normales se hacen las disputas entre pares por las competencias del querer, mientras no se moderen los reclamos, y no se subordinen al amor, entonces frustrados serán los sujetos a ésta posición. Mas si por, amor se quiere compartir una reflexión, entonces muy diferente será la evolución de los seres, ya que crecerán en sus componentes y por ello en su conjunto pues los lazos de la comunicación vinculan los afectos de su amor.
No existen los amores imposibles, pues su presencia solo depende de la voluntad de quien lo anhele. Ésta es una concepción profundamente contradictoria, que fuertemente evidencia un desprecio hacia la capacidad personal que tiene cada individuo para poder brindarse puramente hacia su prójimo, por más ajeno que lo pueda ver a su dominio. Muy probablemente la razón de ése sentimiento frustrado se asiente en alguna razón posesiva, que pretenda abordar con sentido de pertenencia a la persona que se quiere, y esto llama a la razón del querer, que tiene una naturaleza que se homologa en un sentido de convivencia pero que se diferencia fundamentalmente en la capacidad de entrega, y felicidad que funda los sentidos del amor.

“El amor a diferencia del querer, no es pan para el ego, ni trofeo para la vanidad de su dueño, simplemente representa la dimensión en la que se manifiesta la felicidad de su espíritu“

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La Felicidad

Los intentos más sinceros que brotan de la razón, no son suficientes para poder abarcar la plena concepción del instante de gracia que brinda la felicidad. Complicada se torna su figuración, cuando se somete a la lectura de la lógica humana, muy probablemente ello es así por que su rango de jerarquía se halle por encima de la misma condición de existencia del individuo, al punto tal que define el pilar fundamental que sustenta los sentidos de las acciones de la humanidad. Ésta condición jerárquica presenta un paralelismo con la concepción divina y la terrenal, es la fusión entre lo infinito de la energía y lo acotado de la materia. ¿Quién pudiera establecer un orden? Interrogante que despierta en la humanidad un grado de incertidumbre tal, que la induce a depositar su falta a través de la fe, es decir del despojo y la sumisión de la razón ante lo que la supera por tamaño, en un ser Divino. Pero, ésta puede no ser más que una deducción lógica equívoca, ya que la lectura no es más que subjetiva, relativamente limitada, y quién sabe más… A lo mejor, su razón proviene de lo supremo…

- Magnifico es aprender a descubrir la felicidad en la inmensidad de un punto.-


Más allá de todas las libertades que se puedan atribuir para posicionar a la felicidad, es real su existencia, ya que sus instantes de plácida presencia colmatan de enérgica vida a las almas de quienes la perciben. Sus ausencias marcan en los espíritus huellas que no se olvidan, para poder descubrir en esos momentos el valor que significa esa felicidad para el alma de quién la apartó, quién no distingue esa ausencia, no valora la razón más álgida que moviliza su existencia, está sobre el efecto de la anestesia. Quién descubre su falta de felicidad, inmediatamente se despierta por el impulso del anhelo y la busca a cada instante si vive, o se rinde a su angustia si muere. El que la gana a cada momento, es por que la merece, es por que la distingue, es por que la valora y por ello la goza.
Someter la Felicidad a la materia, a la norma, es como pretender que un patrón espere las directivas de su empleado. Rebuscadas y absurdamente complejas son las ideas que avalan el imperio de la sustancia sobre la esencia, así como ocurre con el pan que no tiene sabor, su valor se resume en una sonsa mezcla de harina, levadura y agua, de textura suave pero gusto insípido, que alimenta sin encanto. Quien existe enteramente sin felicidad, imperceptiblemente vive. ¡Qué pequeñas se hacen las ideas ante su presencia…! Posiblemente su simpleza la hace tan pura.
Como el fuego en leña seca, fecunda en los corazones encendidos la felicidad. Ésta es intrínseca de los seres vivos que se reconocen desde su ser. Es entonces un burdo engaño el concejo del consumismo, que pretende invocar su presencia a través del tener, anulando los espacios auténticos de desarrollo del individuo, más bien el punto alto de su existencia se anida en la simpleza de lo natural. Sabios dichosos entonces serán quienes puedan encontrarla en lo más simple, cotidiano y original de su vida.
Tanto como la luz que brilla de un foco, la felicidad resplandece desde el ser que la goza, y la suma de los fulgores de todos quienes la vivan, es la luz que ilumina las comunidades cohesionadas por medio del amor, la confianza y la solidaridad. Es por esto que la conducta imperialista, pretende ensombrecer a las comunidades, convirtiéndolas así en frías sociedades atomizadas, para poder dominar a los seres bajo el manto de tiniebla que construye, aislando así a cada hermano, en un elemento individuo, útil para un solo fin, el tributo y rendimiento al capital.
Sin libertad y esperanza toda acción es intensamente infeliz, pues está condenada al fracaso. Mejor es que callen los pesimistas, pues su opinión no es más que un reflejo fiel de su decadencia, su desprecio por la felicidad es el peor de todos los ejemplos. Patético quién sentencia sin actuar, cómodo espectador, inválido de autoridad, vacío de acción e infeliz es, pues si cree en su razón; ¡Que espera para vivir…! Preferible es oír el zumbar de un mosquito, ya que su sonido refleja en el oyente un frenético sentido de rechazo -…¡Calla insecto! Vengo de trabajar, Feliz pretendo descansar…- Optimista, no es por ingenuo, es por que mas allá de la carencia, mira positivamente al por venir, ya que trabaja cada instante para recibir la dicha y esa simple razón en el esfuerzo de la lucha cotidiana lo hace feliz. Se alegra en su cosecha, disfruta cada resultado de su empeño.

¡Vive, vive siempre Feliz! Siendo así, nunca olvides que la alegría que te nace, lo hace desde la felicidad de tu ser.-


Así como el timón de un barco define un sentido en su movimiento, el amor de quienes lo viven, marca la trayectoria de sus pasos; por lo divino, por el prójimo, por uno, es la razón sublime de felicidad, y su total ausencia es inconcebible para quienes lo practican. ¡Que más decir…! Del odio, mejor no comentar, para eso hablan los que están dispuestos a ser imbéciles.
La perseverancia, la memoria, el buen criterio, la voluntad, la organización y la decisión son las herramientas que utiliza quién busca el éxito. El éxito, plenificador es cuando condice con la naturaleza de su actor, es el espacio de realización de donde brota la alegría desde la felicidad; todo trabajo que no obedezca a la esencia de su hacedor, por más triunfante que aparente ser, no es más que un engaño del exitismo que solo despierta la euforia pero no acrecienta la felicidad del alma, no proporciona alegría al cuerpo. Despóticamente impuestas son las metas exitistas que marca el modelo neo liberal, la casualidad de que los objetivos primarios de éste esquema coincidan con los deseos profundos de cada individuo es casi remota. Absurda la idea del estrellato, mas bien se parece a un estrellado quién es marioneta de la farandulería, y si a la moda se remiten los obedientes del sistema, pues bien, otros buscan expresar su identidad auténtica y creadora fuera de la “novedad”. Felices ellos, los demás ingenuos, cobardes, o se definen muy afuera de éstas letras, en ésta hoja, el glamur es en extremo ridículo. Lo “lindo”, miran los disciplinados de la moda, lo “bello” los liberados, de lo “feo” en lo que no se ajusta a su concepción de lindura, opinan los fustigadores, llevan éstos la carga de la moda; lo “negativo” buscan eludir los que creen que belleza está en lo positivo de la naturaleza de la humanidad, llevan ellos las alas de la libertad.

- ¡Argentina, América Latina, se Libremente Feliz, sin vicios ni moda!-


Ilusorias las ideas que se sustentan en el carácter de la suerte, las loterías no hacen más que agrandar las arcas de la banca, debilitando la fortuna de los que esperan que un fenómeno los beneficie. Malvado el que hurta, aprovechándose de la ignorancia y la desesperación, mediocre e ingenuo el que busca su auto estafa, su robo, pues entrega su cabeza sabiendo que aún cuando la conserve con riqueza extra, ya sus ideas no serán más de sí, serán por su suerte, de la materia que lo somete. Victima y victimario malos ejemplos son mientras sean serviles del sistema consumista, neo liberal, tirano y opresor de los espíritus de la humanidad, podrán conocer tal vez la euforia del exitismo que les circunde, pero mientras sean presos de la materia, la felicidad jamás.
La “suerte” traiciona cuando sigilosamente separa al individuo de la realidad sin que lo pueda percibir, ella como la “Ficción”, son las dos caras de un billete, el problema radica cuando quien aprendió a vivir solo del él y lo gastó todo…

- La inteligencia carece de valor si no nos ayuda a descubrir la felicidad en la adversidad -


En la vida; uno no vale lo que tiene, vale lo que puede y su poder interiormente depende de su propia voluntad. La fuerza de la voluntad, se anida en el convencimiento personal, y éste se hace tangente a sus deseos profundos en la paz de su espíritu, dependiendo fundamentalmente de la sabiduría con la que se enfrenta en su interior para sincerarse consigo mismo. Así, es saludable hallar la alegría en el seno de la felicidad y comprender para ello que la felicidad nace en la paz interior.

- No puedes ser feliz si no sientes lo que haces. No sentirás lo que haces mientras no sepas para que te empeñas.-
Maravillosa es la idea de comprender que cada ser guarda un secreto para sí, una lectura interior que solo los sabios se atreven a realizar.
“Los caminos al cielo no se fundan en la idea de cuan buenos podamos ser, sino en el hecho de cuan felices podamos vivir…
El costo de la felicidad depende de la grandeza de cada espíritu…
La bondad debe ser un reflejo de la intensidad de la felicidad con la que vive cada ser…”


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El Arte del Artista

Como la risa dice de la alegría del cuerpo, el arte expresa la vida de la cultura de los pueblos. Y en su capacidad de crecer, el arte crea los matices que sintetizan los sentidos sociales. Su manifiesto es herencia, es presente y es futuro; desde un espacio se conmuta en ostensible a través de su mentor para tender sus alas al cielo que anhela. Así podría aceptarse que la expresión del artesano, se imprime como un dictamen trascendental que se cataliza en el espíritu del artista, y que se corporiza por medio de la corriente en la que se muestra. La poesía, la música, la danza, la pintura, la escultura y cuantos canales más son válidos para que brote la expresión del alma, así como el sudor lo hace del cuerpo por medio de los poros.

Tanto como la naturaleza se pinta de colores, para que sus espectadores puedan apreciar la belleza de su forma con el carácter propio de sus tonos, la expresión artística puede diferenciarse en colores con su par aunque probablemente ello no contraponga sus formas.
Entonces, cuando en otoño una hoja cae de un árbol, se sabe que ésta perece, pero lo más probable es que ése árbol solo esté despojándose de su ajada vestimenta para renovarse en primavera. Siendo ésta la ley de Dios, ¿porqué no pensar que cada lágrima que brota de los ojos, no es solo un desarraigo de dolor…? Entonces, se puede revelar que en éste aforismo un hecho supremo gobierna éste dinamismo, es la vida la fuente de energía y es el arte la expresión de ése torrente que se encausa en la cultura de la comunidad que lo aprehende.
El viento hace perceptible al aire, tanto como las emociones a la vida. Es el espíritu el que busca revelar su manifestación a través del cuerpo, para alimentar los sentidos emocionales por medio de la creación de su artista, y tal afirmación es por naturaleza generosa, ya que no solo por su resultado conmociona a su dueño, sino que además la luz de su obra se comparte entre el público que la contempla. Esto convierte al trabajo del artista en un gesto de amor, que acuña para la posteridad la conducta expresiva del pueblo en ése tiempo. Dentro de ésta perspectiva puede asumirse que un antónimo de ello se concreta ante direcciones bélicas de las personas. Tanto odio, negativismo, como incapacidad perceptiva evidencian las guerras; es entonces una contienda hasta la muerte, la máxima expresión de miseria visceral mundana. Por al contrario, es el arte una noble causa que conmueve a través del impulso de los sentimientos, a los seres que lo valoran. Auguran así un próspero devenir, las generaciones que conviven solidariamente, canalizando los sentidos de sus almas por medio de expresiones pacíficas y centradas en el amor.
El automatismo ilustrado que sustenta el consumismo liberal imperialista, solo busca capitalizar la energía de las almas de potencia viva e ilusión cedida. La consecuencia de ésta conducta, redunda en la frivolidad del desarrollo, ya que solo responde predominantemente a los parámetros que impone por medio de la moda, y no a la capacidad de creación del que entonces es autómata. Ésta es la principal razón de agonía de las almas frustradas que no pueden expandirse en el universo, pues se llega al punto tal en el que no se puede distinguir entre la autodeterminación y la absoluta coincidencia por inducción. Éstos factores se conjugan en una ecuación de cómodo dominio para la voluntad del dictador, el que sin mucho esfuerzo arria a las masas obedientes que han perdido su capacidad creadora y recreadora. Se convierte así, lo vulgar de la producción serial en un simple resultado mecánico, pero jamás será, el arte del artista.
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En el Acto de la Existencia

Se expande como el aire en el vacio, quien conquista los espacios que le presenta su destino. Los sucesos de la vida inducen por reflejo a los escenarios que sustentan el presente, y la profecía de su rumbo es propia de quien ve mas allá de su respiro, mas los que por accidente transitan en su terreno, solo como autómatas responderán en su desplome. No garantiza un acto de acierto auténtico, el hecho de dominar el rumbo del impulso si es que no se corresponde tal intensión con el autentico deseo que nace desde lo profundo del ser.


“…Frente tuyo existe un mundo vivo, te importuna a cada instante exhortándote a disfrutarlo, expandirse en su vacio, es llenar la vida de sentido. Más allá, es muy cerca, si con tus ojos ves a tus hermanos, en la ausencia de la felicidad que azota el presente de cada ser angustiado por el hambre, el olvido, el odio, el mal… en fin; la ausencia de Dios.
Dios te dio la nobleza que te mueve, tus bellos ojos para percibir lo externo, tus gustos para saborear la vida, y sobre ello, tus sentidos, para descubrir tus caminos. Dentro de ti se anidan las respuestas que busca tu conciencia y que a través de tu fe, en la paz interior, afloran.
Es triste, ver un niño padecer el abandono de una sociedad interfecta, y esto es, por la penosa razón de inválidamente observar, pues la vida no sobra para quien la busca, sino para quienes la desprecian.
Si pudiésemos interpretar el leitmotiv de nuestra existencia a través de nuestra capacidad de amar a Dios, y al prójimo como a nosotros mismos, tal vez simplificaríamos mucho esa “cosa” de la vida, pero así como cuando la lógica humana se aproxima perfectiblemente a la naturaleza por la razón de la simpleza, es que la simpleza del amor hace tender al infinito al ser.
Te mueven tus impulsos, y ellos reflejan aspectos de tu vida…”


Ver más allá de lo aparente, es virtud de los que respiran para vivir, mientras que los que viven para respirar, olvidan el tiempo de su existencia. Es así, la materia y el espíritu en el tiempo un suceso, una conjunción entre materia, espíritu y tiempo; la armonía de ellos y su expansión durante su evolución, brinda al ser la felicidad. Ésta es la más entera simplicidad del individuo, que en su interacción con sus pares se transforma en una compleja breña casi imposible de desenmarañar. Queda entonces por descifrar los múltiples encuentros entre los pares, sus herencias y sus herederos, o sublimar los cruces por magníficos y colectivos. Así se arraiga la felicidad en el interior, en el exterior del ser o en algún punto medio del inter acto. Como una planta que guarda en su capullo una hermosa flor, y que en su estación se abre reluciente para mostrar toda su belleza, pues de inicio la contenía, y en sus intenciones estaba abrirse para mostrarse en su ambiente. Pero existe alguna posibilidad no muy remota que en ése lapso de tiempo, algún ser ajeno frustre su objetivo. A pesar de ello, el intento prevalece sobre el resultado, y esto sublima al interfecto capullo. Siendo éste intento, el impulso que vigoriza a la planta a vivir durante el tiempo que le sea concedido, es entonces magnífica la razón que su destreza se convierta en nobleza, al poner de sí lo mejor para disfrutar de ése acto simple de vivir, más allá de la tiranía de su verdugo. Así; si por principio de conservación de energía, es necesario encontrar algún efecto negativo que compense tanta superación, queda ahí por mirar al hostigador, ya que alguien deberá cargar con la pena de una frustración. Y, pues si sus razones superan su estado de consciencia es entonces un infeliz desequilibrado y si no lo hacen, es un infeliz cautivo de su acto.
En un trance eterno conviven la materia y el espíritu de los seres, un elemento junto con el otro, a través de todo su tiempo. No es la existencia del ser dicotómica, la solidaridad de sus elementos hace a su desarrollo, pues su engrandecimiento depende de la conjunción de los complementos. Los espacios son infinitos, inmensurables para cualquier ser que engrandezca su presencia ante el universo que lo contiene, sin que por ello invada espacios ajenos, ya que para todos Dios dio el infinito. La tierra, el agua y el fuego, se agotan con el tiempo, su naturaleza aislada es trunca, los sentimientos, el amor, la felicidad pueden sublimarse hasta lo perpetuo. Ingenua es entonces, la idea que pretende abordar el sentido desde la materia, ya que el rango de su espacio no comprende los límites de sus fines, por el contrario, es útil el cuerpo de los que lo disponen al servicio de los sentidos que subyacen de su ser.
Un ser, con cuerpo, espíritu y un límite en el tiempo; ensaya sobre su vida intentando alcanzar siempre un objetivo perpetuo, la felicidad. No por ser tácitos, sino por ser directos a éste concepto, los sentimientos no son más que reflejos de los estados del espíritu, así como la salud lo es del cuerpo. El orden en la interacción de éstos elementos es determinante en el resultado de aquel objetivo, la felicidad. En la prueba, como ensayo del acierto y el error, el tiempo hostiga al aprendiz a ser certero en su tino, ya que su equívoco no hace más que esfumar en sus instantes de vida, el horizonte que lo mueve, la felicidad.
El viento empuja al aire, como el tiempo lo hace a la vida. Fluye por el espacio como vapor que nunca decanta, el espíritu de los seres vivos. Brota de su envoltorio cuanto más energía contenga en sus impulsos, y se sofoca mientras más rígida y materialista sea el cuerpo que lo contiene, pues la brutalidad de esa masa, no le deja comprender que su presencia no es más que un fin para poder expresar la vida que lleva en su interior. Así el tiempo empuja un cuerpo que se arrastra, pues su peso material no le permite desarrollar los sentidos de su espíritu.
Mucho dice con Poco; el silbido de las hojas de un viejo árbol que se sacude cuando el viento lo enviste, en su simpleza y brevedad mucho cuenta. Cuantos años fueron necesarios para que sus ramas se encuentren en lo alto del cielo. Su decidido esfuerzo se realiza en vestimenta para el entorno que lo contiene. El viento, como fusión de energía y cuerpo del aire, se mueve por miles de quilómetros, recorriendo los rincones más inhóspitos de la tierra, y así lentamente la moldea. Llega entonces a acariciar ese viejo árbol, juntos, sin poder evitarlo, pero queriendo hacerlo, conciben ese bello sonido. El árbol, el viento, historias magnificas que se hacen presentes en una melodía.
Una nube en el cielo, dibuja una silueta, los rayos del sol transportan sus curvas en una cálida sombra. Una nube, que viene desde lo lejos, cargada de agua, oriunda del océano; si pudiese hablar, muchas historias traería consigo, pues en su suave vuelo descubre la vida del suelo. Los rayos solares, que recorren los infinitos espacios del universo, se filtran en el firmamento y lucen una cara de las nubes. Así desde la superficie se disfruta del dibujo en el cielo, las nubes y la luz del sol… ¡Cuanto descubre ante su presencia quien contempla su existencia…!
Quienes ocupan su vida, obedecen a sus sentidos, se expanden en su medio. Por el contrario, los que son ocupados en sus vidas, obedecen sentidos ajenos a su persona, y su medio se impone sobre ellos. Se subliman las razones de quienes conviven integradamente en un mismo proyecto, ya que los esfuerzos se multiplican en la solidaridad de sus pares y es contraria la lógica de los que individualmente operan, ya que sus débiles esfuerzos, mueren en el sujeto.
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